LAS ORILLAS DE LA VULNERABILIDAD, ESTATUS DE IRREGULARES Y SU TRATAMIENTO AL LLEGAR A ESPAÑA
En la historia se han llevado a cabo diferentes procesos migratorios, que por lo general transitan en condiciones de vulnerabilidad y atentan contra la dignidad de las personas.
En la actualidad, la migración de menores no acompañados estremece a la sociedad receptora; es un grupo poblacional indefenso que está expuesto a situaciones de vulnerabilidad. Menores inmigrantes no acompañados y en situación de irregularidad, ya sean de los familiares que dejan en su país; este es un viaje muy peligroso; durante la travesía se ven abocados a situaciones y aventuras de riesgos, sin el apoyo y acompañamiento de sus familias.
El objetivo de este artículo se centró en demostrar que España es uno de los países europeos que recibe menores inmigrantes no acompañados de países que están en vía de desarrollo y que, en la actualidad, los movimientos migratorios se atribuyen a situaciones de pobreza extrema, crisis económica, terrorismo, factores políticos, sociales y medioambientales.
se considera zona de paso para llegar a otros países europeos, en tanto estos menores inmigrantes provienen de Marruecos, Argelia, Angola, Burundi, Nigeria o Etiopía y en menor proporción del continente asiático, como China, entre otros.
Según el informe de algunas organizaciones sociales, como Save the Children (en Perazzo Aragoneses y Zuppiroli, 2018) más de 5.000 menores tutelados por el Estado español, niñas y niños inmigrantes no acompañados, están en riesgo de exclusión social y se encuentran sin ningún
sistema de protección que les garantice su integración, sin el servicio de acogida y acompañamiento por instituciones garantes para protegerlos.
Para corroborar lo anterior, se ha realizado una revisión de la literatura aplicando en esta investigación terminada el método de análisis doctrinal, usando la metodología cualitativa y de esta forma se ha logrado evaluar y presentar resultados.
En este sentido, los menores inmigrantes no acompañados (MINA)2 , son niños, niñas y adolescentes, con edades que no superan los 18 años, en un país de acogida, sin el apoyo de adultos, padres o tutores; llegan al país de destino de forma irregular y en algunas situaciones solicitan asilo y refugio. En España la presencia de estos menores inmigrantes no acompañados se intensifica a partir de los años 90’, y cada año aumenta más su cifra, lo cual supone una realidad social que constituye una gran preocupación por parte del Estado español.
Con la crisis económica global, la presencia de menores inmigrantes no acompañados en Europa ha aumentado radicalmente y a partir del año 2015 se ha incrementado en un 30%, motivo por el cual, se ha observado que durante su travesía y hasta llegar al país de acogida, estos menores se ven expuestos a lo largo de la ruta migratoria a situaciones que ponen en peligro sus vidas, así como a correr el riesgo de ser explotados sexual y laboralmente; además se enfrentan a la posibilidad de desaparecer o quedar aislados de sus familiares directos o indirectos, sin contar con el trauma que sufren por desarraigo de sus costumbres, entorno y amigos.
En este orden de ideas y desde el punto de vista normativo, la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU (1989), brinda a los menores, en este caso inmigrantes, la protección sin distinción de nacionalidad y religión, exigiendo una asistencia, acompañamiento y atención adecuada a todos los menores que estén en situación de desamparo. El art. 172 del Código Civil Español (CCE, 1889) “establece el deber de tutela de la administración cuando un menor se encuentra en situación de desamparo”.
Aplicadas también, las diferentes comunidades autónomas, lo llevan a su contexto, legislan sobre esta materia, amparándose en el art. 148.1 de la Constitución española, estableciendo, la asistencia social la cual es competencia exclusiva de las mismas (Méndez Elías, 2002).