MENORES INMIGRANTES NO ACOMPAÑADOS, QUE ARRIESGAN SU VIDA POR LLEGAR A EUROPA

MENORES INMIGRANTES NO ACOMPAÑADOS, QUE ARRIESGAN SU VIDA POR LLEGAR A EUROPA

Derechos humanos Inmigración

LOS SUEÑOS FRUSTRADOS DE LOS MENORES INMIGRANTES NO ACOMPAÑADOS, QUE ARRIESGAN SU VIDA POR LLEGAR A EUROPA

España es un país de paso para los inmigrantes que emprenden su proyecto migratorio sin importar los riesgos que puedan tener en esa travesía, en busca de mejor calidad de vida o huyendo de la guerra que viven sus países de origen; en esta situación, el ser menor de edad no es impedimento para que desarrollen su proyecto migratorio y como se mencionó anteriormente presentan en su mayoría, casos de ruptura del núcleo familiar, encontrándose en situaciones de precariedad y pobreza extrema.

Para los inmigrantes se efectúa un cambio en su vida que da origen a un choque emocional, puesto que este proceso se asocia más a pérdidas que a ganancias, debido a que encuentran muchas barreras en el camino que tienen que recorrer. En primera medida por su posición de extranjeros,

son menores con una cultura, idioma y contexto social diferente al que se encuentran cuando llegan; aparte del trauma de la travesía que aún vive en su mente, cuando aún no se han recuperado de este suceso, se enfrentan a una nueva cultura, a la cual en su mayoría se tienen que adaptar. A esto se añade la situación en que el menor llega al país, en extremo caso de vulnerabilidad; además, la condición de irregularidad no les permite de una u otra forma hacer una verdadera adaptación o integración.

Igualmente, llegan con expectativas elevadas que son alimentadas por los medios de comunicación y otros inmigrantes que alcanzaron el sueño de tener una vida económica mejor. Se enfrentan a una situación de vulneración de sus derechos como el nulo acceso a la educación o una adaptación escolar; en algunos casos se encuentran en la obligación de conseguir trabajo para subsistir en un ambiente laboral cerrado, lo que ocasiona una ruptura de esas expectativas; en este punto la situación es similar al proceso que viven los adultos. Pero en un menor es más el nivel de afectación emocional, físico y mental al verse expuesto a dichas situaciones.

QUÉ SUCEDE EN LA LLEGADA

Cuando los niños y niñas emigran solos, deben prevalecer los derechos del niño establecidos por la Asamblea General de Naciones Unidas, según la cual estos derechos no están condicionados por ser extranjeros y la política de control de fronteras debe tener en la cuenta su condición de ser menor de edad. La Ley de Extranjería regula la condición de ilegal y emite la autorización de residencia de los menores; estas autorizaciones que son competencia de cada comunidad autónoma, decretan que el menor está en situación de desamparo y se hace cargo de su protección (art. 35).

Cuando esto ocurre, la administración cuenta con un plazo de nueve meses para regularizar la situación de los menores no acompañados y les concede el permiso de residencia; en caso contrario, se devuelven a sus familias en el país de origen o se entregan al gobierno para ser alojados en centros tutelados. La respuesta institucional a estos casos es la repatriación; cuando esta no es posible los menores son llevados a centros de acogida o protección, como forma de acogida residencial.

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